domingo, 6 de marzo de 2016

Didáctica de la Enseñanza de las Lenguas Extranjeras. SESIÓN 29/02/2016

LA EVALUACIÓN


      Esta sesión dedicada a la evaluación comenzó con una actividad en pirámide respecto a las peores experiencias que vivimos como estudiantes de lengua extranjera, que aparece descrita en el apartado de dossier, y que nos permitió constatar que las experiencias negativas respecto a la evaluación son, desgraciadamente, frecuentes, numerosas y variadas. Ante esta realidad, cabe aplicar una serie de medidas y una de ellas, quizás la más importante, es la formación del docente acerca de qué características conforman una buena evaluación y qué errores hay que evitar en el momento de diseñarla o de evaluar. Precisamente a este aspecto hemos dedicado la sesión de hoy, además de estudiar los tipos de evaluación posibles y también las distintas maneras de evaluar las diferentes destrezas o competencias comunicativas que recoge el MCERL.

      Toda evaluación debería contar con estas tres características:

      - VALIDEZ

      - FIABILIDAD

      
      - FACTIBILIDAD.


      A su vez, para que la evaluación sea válida, tiene que garantizar que se evalúa lo que se ha trabajado en el aula y que la información recogida da una imagen más o menos exacta de la competencia de los estudiantes.  Para que sea fiable, debe ser lo más objetivo posible y garantizar que el discente obtendría los mismos resultados independientemente de quién lo evalúe. Para que sea factible, se debe tener en cuenta que los tiempos requeridos permitan la realización del examen completo, que el número de muestras recogidas y de criterios de evaluación sea abarcable para el docente.

      Respecto a los tipos de evaluación, se pueden distinguir según quién evalúa y según el momento de realización de la evaluación. Dependiendo de quién sea el evaluador, se distingue entre AUTOEVALUACIÓN (el propio estudiante se evalúa a sí mismo), COEVALUACIÓN (los aprendientes se evalúan entre sí) y HETEROEVALUACIÓN (el evaluador es el docente u otra persona [por ejemplo, en los exámenes externos], también podríamos incluir aquí la evaluación que el estudiante realiza al docente). Hemos visto que los tres tipos de evaluación presentan ventajas pero también pueden presentar ciertos inconvenientes. Bajo mi punto de vista, puede resultar positivo para el discente (y posiblemente también para el docente) variar el tipo de evaluación con el fin de que el alumnado se acostumbre a recibir diferentes puntos de vista acerca de su proceso de aprendizaje, incluso si esta evaluación no consiste en una calificación que repercuta en la nota final, pues para esto se necesita todavía, considero, un cambio de mentalidad, pues en muchas ocasiones no suelen asumir como justa una nota que les ha sido asignada por sus compañeros ni a veces por ellos mismos. En el caso que se quiera contar la coevaluación o/y la autoevaluación como calificación que repecuta en la nota y minimizar los casos problemáticos, lo más sencillo me parece diseñar un sistema de evaluación que resulte lo más objetivo posible, por ejemplo, consistente en una batería de preguntas concretas y específicas acerca de los contenidos, habilidades y actitudes que se quieren evaluar y que permiten tener una visión lo más detallada y al mismo tiempo conjunta de las competencias adquiridas.

By UNESCO / Carolina Jerez
     Según el momento en el que se realiza la evaluación, podemos distinguir EVALUACIÓN INICIAL (antes del aprendizaje: puede ser al comenzar el curso, un tema, una actividad...), EVALUACIÓN FORMATIVA (durante el proceso de aprendizaje) y EVALUACIÓN SUMATIVA (realizada al final, después del aprendizaje). A pesar de que cada una de ellas cuenta con características y finalidades propias (que hemos estudiado en la sesión), comparten el hecho de que todas ellas permiten conocer el punto en el que se encuentra cada alumno/a y cuál es su grado de adquisición de competencias en un momento concreto, facilitando así la toma de las decisiones y medidas oportunas para hacer el aprendizaje más efectivo.

       Además de ello, hemos mencionado diferentes formas de evaluar tanto la recepción oral y escrita, como la producción oral y escrita. Para cada una de estas competencias, nuestro profesor nos ha informado acerca de qué criterios debemos evaluar y cuáles son las herramientas de evaluación más habitualmente utilizadas. Esta explicación clara, concisa y metódica me ha permitido hacerme un mapa mental que considero que me será muy útil en mi futura práctica como docente. 

      En definitiva, ésta ha sido una sesión esclarecedora sobre todos los aspectos de la evaluación, se ha tratado ésta en profundidad y lo aprendido será sin duda de gran aprovechamiento para poder realizar una función tan importante en la práctica educativa como es el evaluar.

       Respecto a la pregunta de la semana, aunque no trata en concreto del tema estudiado en esta sesión (la evaluación), está en relación con todo lo aprendido en esta asignatura y con nuestra presencia en este Máster. 

      Os invito a ver este interesante vídeo, que plantea una pregunta crucial para nosotr@s como docentes





¿QUÉ CRÉEIS QUE APORTA UN DOCENTE A SU ALUMNADO Y POR QUÉ NO PUEDE SER SUSTITUIDO POR UNA MÁQUINA?